
A simple vista, podría parecer que el clásico de Molière Las preciosas ridículas y la épica serie Juego de Tronos pertenecen a mundos completamente distintos. Sin embargo, existe un sorprendente vínculo entre ambas producciones: Carlos Maciá, responsable de vestuario en la versión de Las preciosas ridículas de la compañía Arroz con Costra —que se presenta el domingo 26 de octubre en el Teatro Casas Ibáñez—, y profesional que participó como asistente de vestuario para extras en la mítica serie de HBO.
En esta nueva adaptación, la mirada contemporánea de la compañía convierte el texto de Molière en una comedia visualmente deslumbrante, donde el trabajo de vestuario juega un papel esencial para conectar el barroco del siglo XVII con la estética digital del siglo XXI.

Natural de la ciudad alicantina de Elche, Carlos Maciá ha desarrollado una carrera versátil y apasionada en el ámbito del diseño y la caracterización teatral y audiovisual. Su paso por Juego de Tronos le permitió vivir de cerca la magnitud de una superproducción internacional, donde el detalle y la precisión en cada prenda resultaban esenciales para construir la atmósfera de los Siete Reinos. “Cada pieza debía contar una historia, incluso las que apenas aparecían en pantalla”, ha comentado en distintas entrevistas.

Esa misma atención al detalle es la que Maciá traslada ahora al escenario del Teatro Casas Ibáñez, vistiendo a los personajes de Las preciosas ridículas con un equilibrio entre fidelidad histórica, frescura contemporánea y una marcada esencia barroca y recargada, que subraya el espíritu satírico y teatral del texto de Molière. El resultado es un vestuario que realza la comicidad de la obra y potencia su carga visual y simbólica, permitiendo al público sumergirse en un universo tan exagerado como deliciosamente humano.

En esta producción, el trabajo de Carlos Maciá se funde con naturalidad en un engranaje escénico donde interpretación, dirección, iluminación, escenografía y vestuario se alinean al servicio de una comedia ágil, ingeniosa y de impecable factura visual. Todo en escena responde a una misma pulsión creativa: provocar la risa sin perder el refinamiento estético, equilibrar la sátira con la elegancia y demostrar que el teatro, cuando se hace con rigor y pasión compartida, sigue siendo uno de los mayores placeres del arte en vivo.

La cita con Las preciosas ridículas será este domingo a las 19:30h en el Teatro Casas Ibáñez. Una comedia que promete risas, ingenio y una cuidada ambientación donde el vestuario merece tanta atención como las propias palabras esta adaptación de Marcos Altuve del clásico de Molière. Desde el primer gesto hasta el último detalle, cada personaje luce una personalidad tan exagerada como divertida.
Además, el teatro mantiene su precio joven de 6€ para menores de 30 años, disponible tanto en la web como en taquilla. Una magnífica ocasión para disfrutar del mejor teatro y descubrir, de primera mano, cómo incluso el arte del vestuario puede transformar una historia clásica en una experiencia inolvidable.